El cielo esa noche es oscuro, parece un fina manta azul cobalto salpicada de brillantina. Las estrellas hoy brillan con fuerza y me agrada pensar que algún día mis deseos podrían hacerse realidad.
Miro bien alto, como si buscara algo en ese precioso manto estrellado, y veo una redonda luna que flota misteriosa en el cielo aportando luz blanca a los que no tienen techo. Me estiro mi camisón y junto las manos para pedir algo: "Por favor estrella, que papá vuelva sano y salvo del viaje."
Aunque a penas tengo 7 años recién cumplidos, sé más que cualquier otra muchacha de mi edad. Mi padre ha sido destinado a un país de guerras infinitas y gran daño, y tendría que volver mañana; mi pregunta es... si volverá. En las noticias siempre salen cosas malas y siento el miedo quemándome el corazón, la vaga idea de que mi padre pudiera no regresar.
Vuelvo a juntar las manos y levanto la cabeza fijándome en el astro más luminoso que brilla en la oscuridad lejano. Pido el mismo deseo otra vez. Los ojos ya empiezan a pesarme y siento que debo dormirme ya, quizás mañana él esté aquí conmigo leyéndome un cuento de buenas noches. Ojalá...
La mañana siguiente amanece risueña. El sol está en el cielo ya. Miro el reloj de madera sobre mi mesilla y veo que en menos de quince minutos, papá se supone que llegará a casa. Me permito pensar que todo saldrá bien, que le encontré con los brazos abiertos. Me pongo mis zapatillas y voy a desayunar, hasta que alguien toca la puerta. Mi madre y yo giramos la cabeza nerviosas. Podría ser él... o un comunicado anunciando su muerte.
Abrimos la puerta. Un hombre bajito lleva una carta en la mano. Mi madre no puede evitar ponerse a sollozar y yo tampoco. No nos preocupamos en cerrar la puerta. Nos sentamos en el sofá y leemos la carta: es una vieja deuda que hay que pagar. ¿Entonces...?
Mi madre y yo nos giramos a la vez y contemplamos la alta figura algo magullada de mi padre, que sonríe mucho al vernos. Ambas saltamos a sus brazos y él nos colma a besos.
Y esa misma noche, después del cuento de papá, miro a las estrellas buscando la más brillante de nuevo y susurro un "gracias" que se lo lleva el viento.
Marina ♥
Me gustan tus historias, porque, aunque la mayoría empiezan mal todas acaban felices.
ResponderEliminarTe propongo un reto un poco maligno, ;) Escribe una que acabe mal... :)
Jajaja vale un día lo haré ;)
EliminarMe encanta...
ResponderEliminarGracias ^ ^
EliminarHola! Bueno, vi que en una web preguntaste como poner unas luces en el header. Es super fácil! Solo tienes que abrir el photoshop, crear el header y con el pincel tamaño 100 y dureza 0% y con el color que tu quieras (blanco, rosa clarito, de preferencia colores claros), creas una nueva capa y pinchas solo UNA vez en el lugar donde quieras la lucecita. Bueno, si no entendiste mi super explicacion xd pasate por mi web y me lo dices por chat box, yo crearé una entrada con el tutorial :B Besos!
ResponderEliminarMi web: http://thestoryofuseditions.sweet-fans.com ♥
Ah, pues muchas gracias!! Voy a probar y visitaré tu blog :D
EliminarHola, preciosa!!!
ResponderEliminarWhen you wish upon a star, it makes no difference who you are ;) es una de mis canciones favoritas, jejeje, me encanta pedir deseos a las estrellas, siempre que puedo las miro :) este mes hay muchas y de las fugaces, que están las perseidas!!! :D
El relato me ha parecido muy lindo, pero triste, yo no creo que tenga final feliz, aunque supongo que es lo más humilde que se puede desear por las noches "proteger a los que queremos, un día más" :)
ME HA ENCANTAUUU ;)
mil besotes!!!
Siii, esa canción es preciosa y muchas gracias, me alegro de que te haya gustado el relato :")
Eliminaroh me encanto el relato es precioso cielo.
ResponderEliminarUn beso guapa, a mi tb me gusta esa cancion *-*
Escribes muy bien y este relato es PRECIOSO,=)
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