domingo, 13 de mayo de 2012

Hadas en Londres - Capítulo 1

Perdonad, hacía tiempo que no escribía, pero es que he estado muuy ocupada con exámenes y trabajos.
He empezado una nueva novela: Hadas en Londres. Trata sobre un reino devastado por la colonia enemiga. La heredera del trono, la princesa Dione, debe devolver el resplandor a sus tierras. Pero ¿dónde podría encontrar la solución? Un extraño la recomienda dejar Isis y probar en el mundo de los humanos... allí conocerá a Natalia, la chica solitaria que intentará ayudarla y a lo mejor se topa con el sentimiento prohibido en el mundo de la magia: el amor. Una historia de fantasía, magia, amistad, superación, aventuras y (como siempre ;) ...amor.
Espero vuestras opiniones al respecto :D

1. Revelando el pasado y mirando al futuro
Corre con todas las fuerzas que le quedan. Se esconde bajo una de las mesas y sonríe intentando transmitir confianza a la familia que se ha buscado el mismo escondrijo que ella.
De pronto se oye un increíble rugido que destroza los oídos y Dione se agacha al tiempo que incontrolables lágrimas ruedan por sus mejillas.
El corazón le palpita con fuerza y no debería tener ganas de seguir ahí, pero ella prefiere luchar.
Se oyen gritos desgarradores, chillidos y amenazas crueles. Y se pregunta cuándo fue la última vez que reinó la paz en Isis.
Al recordar los viejos tiempos no puede evitar sentir nostalgia; respira hondo, sale de su escondite y coge la espada de uno de los guerreros que han caído desfallecidos al suelo.
Ágil y rápida, ataca a uno de los jefes de guardia. Este último, enfurecido, le devuelve el movimiento y le hace un profundo corte en el brazo.
De pronto, se le corta la respiración de forma brusca y cae al suelo rendida con su frágil cuerpo lleno de heridas y sus alas desgarradas.

Abre los ojos lentamente, casi imperceptible es el latido de su corazón, a pesar de que reina insufriblemente el silencio a su alrededor.
Por fin, a pesar del dolor que siente en el costado, Dione se incorpora y se tapa los ojos de horror al ver la apariencia que tiene ahora lo que antiguamente era Isis, el reino pacífico, bello y amistoso al que todo ser querría ir a vivir.

Hasta hace una década, Isis era un hermoso lugar lleno de seres fantásticos, pero no todo siguió bien.
Hace cinco años, el ejército de Goilyn, país vecino que tenía gran envidia a los reinos más poderosos que ellos, se atrevió por fin a dar la cara. Tras siglos y generaciones, el plan de combate estaba organizado y perfectamente elaborado y sus guerreros lo siguieron al pie de la letra. Como resultado, Isis cayó en manos del rey de Goilyn y sus habitantes tuvieron que obedecerle.
Las normas eran drásticas, tales como no leer ni escribir (ya que ellos no sabían), no salir de sus casas a no ser que tuvieran permiso de la corte real y... no enamorarse. Temían al amor y los poderes que podría tener sobre ellos.
Dione nació seis años antes de que todo ocurriera, y ella no estaba preparada para combatir en guerra. No la habían educado para eso. A sus seis años, no le dio tiempo a vivir la vida como ella hubiera querido, y ahora que tenía dieciocho, era la legítima para ocupar el trono de su padre, quien había fallecido en combate.
Desde ese día, Dione decidió vengar la muerte del rey y salvar Isis antes de que todo fuera demasiado lejos... pero no lo consiguió.
Dos años antes el rey de Goilyn se hartó de los antiguos habitantes que vivían en las tierras que ahora eran suyas y la guerra comenzó para echarles a todos fuera.
Y justo cuando Dione cumplió los dieciocho, ella sufrió el grave ataque que la dejó inconsciente durante unas horas...

Tose débilmente y observa lo que hay a su alrededor.
Cientos de hadas y elfos tirados en el suelo. Manchas de sangre por las paredes, utilizadas como símbolo de victoria. El palacio había sido la trampa para tener a todos los isianos reunidos en un mismo lugar y atacarles a la vez.
Lo único que Dione se pregunta es... ¿dónde están los ejércitos de Goilyn?
Se levanta con gran esfuerzo y camina sin saber claramente a dónde va.
Sube las escaleras del inmenso palacio y llega a su habitación. Hacía mucho tiempo que no la veía. Desde que echaron a la familia real de allí, ella se había alojado en la casa de su mejor amiga.
Suspira recordando los momentos que vivió en ese cuarto tan espacioso y acogedor.
Con una lámpara de araña en miniatura y una cama blandita con sábanas que solían oler a violetas.
Dione intenta dejar a un lado sus pensamientos nostálgicos y vuelve a pensar en su situación. ¿Dónde está la gente?
Sale de su antigua habitación y se queda mirando hacia el horizonte. Camina entre los destrozos de su pueblo hasta que por fin divisa a lo lejos a un hombre encorvado.
Se acerca hasta él y le pregunta segura de sí misma:
-         Perdone.
-         ¿Sí? – responde él secamente.
-         Me he despertado en el suelo y no sé dónde están todos. ¿Es usted de aquí? ¿Un isiano? ¿O tal vez de Goilyn?
-         Soy isiano.
-         ¡Oh, genial! – dijo la chica esperanzada – Yo soy Dione, legítima heredera de Isis.
El hombre se arrodilló ante ella, al reconocer sus ojos más azules que el mismísimo mar, que eran un rasgo inconfundible en la princesa.
-         Le contaré lo ocurrido. Han acabado con casi todos los isianos.
-         ¿Qué quiere decir con “casi” todos?
-         Hicimos un campamento a las afueras; predecíamos una guerra. Los que quisieron, se vinieron y los que no, pues nada. Los de Goilyn se fueron a sus tierras de nacimiento a celebrar la victoria. Yo lo vi todo. Tras los festejos estoy seguro de que regresarán, por lo que, mi señora, escóndase bien. Le recomiendo que huya de aquí.
-         ¿Pero a dónde podría irme?
-         No lo sé, princesa Dione, pero la recomiendo que sea muy lejos de aquí. No me cabe duda de que pronto derrotarán a más pueblos hasta reinar en grandes extensiones. No tendrá escapatoria como permanezca en el mundo mágico.
La princesa se queda pensativa. ¿Un lugar donde no pensaran buscar? ¿Un sitio donde sería difícil encontrarla? ¿Fuera del mundo mágico?
-         Me atrevería a recomendarla – dice el hombre aún más encorvado de lo que está – que se fuera al mundo de los humanos.
-         ¡¿Qué?! Ellos son peligrosos.
-         Pero es su única opción, Dione.
-         Está bien, lo pensaré. Pero no penséis que huyo. No. Sólo iré a buscar ayuda, iré a por una solución. Venceremos al ejército de Goilyn, vengaré la muerte de mi padre y recuperaremos el resplandor de Isis.
-         De acuerdo, mi señora.
-         Y ahora, dime. ¿Cómo se llama?
-         ¿Yo?
-         Sí.
-         Torlus.
-         De acuerdo, Torlus, te doy las gracias. Me has servido de mucha ayuda, ya que estaba totalmente confusa.
-         De nada, Dione. ¡Buena suerte! – dice cuando ella ya se aleja hacia el horizonte lista para encaminarse en la aventura más increíble de su vida.

3 comentarios:

  1. Pensaba que iba a ser más caca, pero mola ;)

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  2. Me encantan todos tus libros y no me cabe duda que este también sera muy bueno! Felicidades, y si lo publicas...¡¡Que suerte!! A que editorial lo vas a mandar?

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