16. Un
infierno
Me encontraba cansada, pues
no había pegado ojo en toda la noche. Sin embargo no eran las amenazas del
hombre de la noche anterior lo que no me dejaba dormir, a parte de eso estaban también
todas las dudas que rondaban en mi cabeza ¿El Señor - A está relacionado con el
robo? ¿Por qué estaba espiando por la ventana? ¿A quién le entregó Alissa el
maletín? ¿Quién le había encargado que lo robase? ¿Y a qué precio? ¿Para qué?
¿Por qué? ¿La Señora Beatriz y la modelo Alexa están realmente implicadas?
Eran demasiadas preguntas que
parecían que jamás serían respondidas.
Me levanté confundida y me
vestí para ir al insti: botas negras, pantalones pitillo, una camiseta blanca y
un bonito foulard.
Cuando bajé a la cocina para
tomar el desayuno mis padres me miraron preocupados y Courtney rompió el
silencio e intentó animarme, me dijo que no me pasaría nada, que la policía lo
tenía todo bajo control y mi hermano David puso rápidamente la tele. Salía una
joven periodista, tras ella se veía la agencia y a su lado estaba el jefe de
policía que había estado aquí el día anterior.
-
¿Han encontrado
ya al ladrón, al señor que amenazó a aquellos niños?
-
Siento la
noticia, pero no. Estuvimos persiguiéndole un rato y luego desapareció en la
espesa niebla de la noche. Mandamos a muchos hombres, pero no le encontramos,
por lo que aviso a Nicole, a sus amigos y su familia que tengan cuidado, que no
caminen solos durante unas semanas, que vayan acompañados de un adulto en todo
momento, y por ahora seguiremos investigando.
-
Bien, gracias.
Esto es todo lo que se sabe por ahora del pequeño incidente que sucedió ayer
por la noche, más noticias a las tres.
-
Tengo mucho miedo
– dije cuando terminó.
-
Tranquila,
cariño, iremos contigo en todo momento.
-
¡Eso! Y quien se
atreva a hacerte algo, le daré su merecido – me dijo mi hermano sonriéndome.
Mis padres me llevaron en
coche al instituto y me despedí de ellos en la puerta principal, a un paso de
entrar.
Cuando divisé a la panda, les
vi rodeados de gente de nuestra edad, pero también había niños más pequeños,
cuando llegué hasta ellos descubrí lo que ocurría. Los niños les estaban
acribillando a preguntas, sobre todo a Zoé:
-
¿Te apuntó con
una pistola de verdad? – preguntó una chica.
-
Sí, lo hizo.
-
¿Te agarró muy
fuerte del cuello?
-
¿Pasaste mucho
miedo?
Cuando llegó la hora del
patio nos reunimos a escondidas para que nadie preguntara.
-
¿Habéis visto las
noticias esta mañana? – preguntó Alice.
-
Sí, estoy muerta
de miedo – dije yo.
-
Yo también.
De pronto unos disparos
retumbaron por todo el instituto.
Los profesores nos ordenaron
que nos metiéramos dentro rápido. La policía no tardó en venir y vimos al Señor
A intentando meterse en el edificio de las clases, sacó una porra y empezó a
dar fuertes golpes a las ventanas de cristal hasta que consiguió estar dentro.
-
¡Que la hija de
Annabelle salga de aquí o sino disparo!
-
¿Dónde se ha
metido Nicole? – le preguntó Alice a Brigitte susurrando.
-
Ni idea, ¿no
creerás que…?
-
¡Mirad! – gritó
Mark de repente.
Todos se giraron y miraron
por la ventana, vieron al Señor A irse en una furgoneta y llevaba a alguien a
la espalda ¡era yo! Cuando me metió en la furgoneta, tenía la respiración
entrecortada, olía a tabaco, vi a alguien que me apuntaba con un cuchillo, no
era el Señor - A, él estaba conduciendo, era una mujer ¿pero quién? Y justo cuando me estaba acercando el
cuchillo, y la primera gotita de sangre cayó al suelo, oí algo como…
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