10. ¡¿Alissa
trabaja en la agencia?!
El día siguiente transcurrió
tranquilo y sin sospechas de ningún tipo, por lo menos transcurrió tranquilo
hasta que llegó la hora. No, no me refiero a la hora de irse al insti, sino que
hoy era el día de llevar a tu hijo al trabajo, y a que no adivinas a dónde fui yo. Efectivamente: a
la agencia de moda.
Mi madre estaba de especial
buen humor porque esa misma tarde los policías harían la última investigación y
seguramente la quitarían a ella de la lista de sospechosos y se acabaría este
lío para mi madre aunque todavía faltara encontrar al ladrón.
Entré en la agencia tranquila
y serena, pero esto se acabó en cuanto me saludó Alissa.
-
¡Hola Adèle! ¿Qué
haces aquí?
-
¿Qué quieres, Alissa? – dijo mi madre.
-
Nada Annabelle,
quería hablar con Adèle.
-
Ella no se llama
Adèle, se llama Nicole.
-
Pues entonces me
mintió.
-
Hija, ¿de qué
conoces tú a Alissa?
-
Pues…
-
¡¿Hija?! ¿Esa
niña es TU hija?
-
Pues sí, Alissa.
¿Qué hay de raro?
-
No nada,
simplemente que le conté todos mis planes a esta niñata pensando que no te
conocía de nada y resulta que ahora descubro que es tu hija y ahora ¿has
llamado a la policía cuando te lo ha contado todo tu Nicole?
-
No sé de qué me
estás hablando.
-
Así que no se lo
has contado, por lo menos eres de confianza, pero no tardarás en decírselo
todo. – Me dijo.
-
Mira no puedo
hablar, ¡hasta luego Alissa!
Sentí que mi mundo se
derrumbaba por momentos, que mi peor pesadilla se hacía realidad, que quedaría
castigada de por vida.
-
Y bien, ¿no
tienes nada que decir?
-
Está bien: La
panda y yo hemos estado investigando lo del robo desde que comenzó. Nos
falsificamos unos carnés y entramos en la agencia. Otro día Mark y yo nos
fuimos hasta La Plaza 10 Calles por la noche en autobús sin permiso y ayer
mismo estuvimos toda la noche en una fiesta de antiguos alumnos del instituto
Les Roses en el hotel Dessert investigando. Y antes de que digas nada, tengo
que aclararte que hemos averiguado más de lo que ha averiguado la policía hasta
ahora y que todo lo que descubrí anoche pensaba contártelo.
-
Bien, pues que
sepas que estás castigada un mes sin salir, sin móvil, sin tele y sin desfile.
-
Pero mamá ¿y todo
lo que he averiguado por ti?
-
Eso me lo vas a
contar todo en casa y ahora vámonos, ya
he tenido suficiente por hoy.
Cogimos el coche y nos fuimos
a casa. El trayecto de vuelta fue incómodo y silencioso, ninguna de las dos
pronunciamos palabra. Estaba claro que le había amargado el día a mi madre y no
iba a mejorar en muchos aspectos.
-
¿Ya estáis aquí?
– dijo mi padre.
-
Ahora Nicole nos
va a contar lo que han descubierto ella y su panda.
-
¿Cómo?
Mi madre le contó todo lo
ocurrido en la agencia.
-
Pues venga
Nicole, cuéntanos.
Subí a mi habitación y cogí
el cuaderno donde estaban nuestras investigaciones y se lo mostré a mis padres.
-
¿Veis todo lo que
hemos ido descubriendo?
-
Es verdad que
Alissa y yo éramos muy amigas pero yo no la sustituí, fueron ella y Betty las
que me expulsaron del grupo y fue entonces cuando me fui con Monique. Pero es muy
inmaduro planear toda esa venganza por algo que sucedió hace años y que encima
no fue culpa mía. Y no fui a la fiesta.
-
Lo sé mamá y lo
peor de todo es que sospechamos que trabaja para alguien y ese alguien es quien
tiene ahora el maletín, pero ¿quién es? y ¿por qué lo quiere?
-
No lo sabemos
pero tú estás castigada así que ya hablaremos.
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