3. El
robo del maletín
Al día siguiente me levanté
muy feliz y no tardé en irme a clase.
Al llegar, divisé de nuevo a
la panda en los columpios.
-
Hola, ¿qué tal? –
comencé. Por lo que veo, Eddie y Alice todavía no han venido.
-
Pues no, aún no,
por cierto ¿cómo es que hoy has venido tan temprano? – me preguntó Amanda.
-
Pues es que
quería llegar pronto y enseñaros – dije metiendo la mano en mi bolsillo - ¡mi
nuevo móvil!
-
¡Guao, que
chulada de móvil! Por lo que veo al final sacaste sobresaliente en Sociales –
dijo Camille.
-
¿Me enseñáis
ahora el SMS misterioso?
-
Claro, yo misma
te lo reenvío – me dijo amablemente Amanda.
Mi móvil recibió su primer
SMS, que decía:
“Pasad
la bola: Noah ha copiado en el examen de Lengua, la vi yo mis@. ¡No se lo
paséis a los que no tengan móvil!”
“NÚMERO
OCULTO”
Era impresionante, más que
nada por el hecho de que Noah era la chica con más matriculas y menciones de
honor del instituto y nunca se le hubiera ocurrido a nadie que fuera capaz de
copiar en un examen. Pero quizás fuese mentira, después de todo era un simple
rumor.
El día transcurrió tranquilo
y sin sobresaltos, pero cuando llegué a casa por la tarde…
Mis padres estaban hablando
en bajo en la cocina y cuando entré a saludarlos no me sonrieron con la misma
sonrisa animada de siempre.
-
¿Ha pasado algo
que no queráis que sepa? – pregunté inquieta.
-
Pues sí, cariño –
dijo mi padre. Verás, en la agencia de moda donde trabaja mamá han robado un
maletín donde estaban las últimas colecciones de diseño para el invierno, unas
colecciones que ya estaban pagadas ¡eran carísimas! En esa colección habían
participado diseñadores como Gucci, Cocó Channel, Dolce y Gabanna… Al parecer
el ladrón o ladrona no ha dejado pistas y la policía está ahora mismo
investigando. Pero el verdadero problema es que el maletín estaba bajo la
responsabilidad de mamá, y mientras perdía de vista el maletín unos segundos
respondiendo una llamada, al terminar, vio que el maletín había desaparecido.
Al parecer han buscado en todas partes pero en la agencia ya no está, van a
interrogar a los presentes allí como a tu madre, y como no encuentren al ladrón
antes del desfile de moda que hay en 2 semanas, la agencia se arruina y echan a
tu madre a la calle.
-
¿Y podría yo
ayudar en algo? – dije tímidamente.
-
Te lo agradezco
cariño, pero no creo que ahora mismo puedas ayudar mucho – respondió mi madre.
-
Bueno, pues
entonces me voy a hacer los deberes – añadí.
Pero en realidad no hice
nada. Me quedé pensando en la horrible situación en la que estaríamos si mamá
perdiese su trabajo, si pudiese hacer algo…
Y de repente una idea me pasó
fugazmente por la cabeza: ¿Por qué no investigábamos nosotros el caso? Quizás
con un poco de intuición, suerte y agilidad encontrábamos al ladrón.
Supuse que a toda mi panda le
entusiasmaría la idea de hacer de detectives y no me equivocaba pues cuando les
envíe lo ocurrido y mis planes por SMS me respondieron encantados que sí.
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