"Respira", decía.
Su leve crueldad era algo frágil que lo convertía en un tesoro preciado que la socorría en sus últimos suspiros: aquellos que se sentían acelerados y acobardados de salir.
"Respira", decía.
Pero no podía, ¡explotaría de tanta locura!
¡Que alguien la salvase de aquellos ojos perdidos que no eran más que pozos profundos!
Era resucitar y ser disparada al cielo infinito con las estrellas... que se unían como los lunares de su espalda.
Que bonito Marina♥
ResponderEliminarMe encanta como ocupas las palabras, muy bonito <3
ResponderEliminarSaludos!
Es precioso Marina
ResponderEliminar