A lo mejor, si dejaras que el agua salada te llenase por fin, cerrarías tus heridas.
Porque el sol te pega de frente.
Y las olas no te esquivan, así que te hundes.
La arena te abrasa.
El cielo está desierto y ya no te da refugio.
Date prisa, que llegas tarde a la hoguera. Hoy vamos a quemar recuerdos desastrosos.
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