La encuentro repasando todos los problemas de mates para enfrentarse a la evaluación, sacar un 10 y con suerte la media también le dará una buena calificación.
Le pongo las gafas y se ríe quitándoselas:
- ¿De dónde las has sacado? - me dice sin ni siquiera mirarme. Yo respiro hondo y le digo:
- De la tienda de magia. La dependiente me ha dicho que quien se las ponga tendrá muy buena memoria, que todo le irá bien, que... tendrá un mundo de color rosa, pero sin relajarse demasiado, guay ¿no? - esperé a que se tragara la bola que acababa de soltar.
- ¡Qué alucine! - se las probó y, por primera vez en años, salió conmigo y las demás de fiesta aquel viernes. El fin de semana estudió el tiempo apropiado y después fuimos a la playa. Cuando le conté por fin la verdad ni siquiera se enfadó, simplemente me dio las gracias por hacerlo. Por creer en ella, y también porque así disfrutaba de todo, y se dedicaba sin pasarse a estudiar. ¿Y sabes qué? A día de hoy, ella ha conseguido todos sus propósitos: es cirujana en un hospital de Madrid, ha diseñado muchas casas de gente famosa en España y también en EEUU y ha ayudado en grandes casos como abogada, y eso sí, todo ello... con sus inseparables gafas de color rosa ;)
ahh yo tengo esas gafas!! pero en verde XD
ResponderEliminarWoW ¡está genial Marina! Yo tengo esas gafas en azul hahah, muchos besos guapa
ResponderEliminarWoW ¡está genial Marina! Yo tengo esas gafas en azul hahah, muchos besos guapa
ResponderEliminarMe gusto, quiero esas gafas!
ResponderEliminar;)
Me encantan esas gafas ... :)
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